Una directora de arte, un baile propio del Nueva York de los años 30 y un proyecto de moda: ‘Cosas bonitas que encuentro’. Aunque a algunos les pueda sorprender la unión de estos tres vértices aparentemente inconexos, lo cierto es que conforman la firma de moda creada por la donostiarra Itxaso Mezzacasa –directora de arte y diseñadora gráfica- dedicada a la venta de exclusiva ropa vintage.
Petite Allure - ¿Cómo definiríais ‘Cosas bonitas que encuentro’?
Itxaso Mezzacasa - ‘Cosas bonitas que encuentro’ es una tienda de ropa y objetos vintage para el día a día, enfocada principalmente a las mujeres modernas que aman las cosas de antes.
¿Cómo nace el proyecto ‘Cosas bonitas que encuentro’?
La verdad es que la idea nació de una forma muy divertida. Una amiga mía (María Peña) y yo bailamos ‘Lindy Hop’ –estilo de baile popularizado en Nueva York durante los años 30 y 40-, y a ambas nos encanta acudir a festivales que se celebran fuera de San Sebastián. Pero como son algo caros, decidimos conseguir algo de dinero vendiendo prendas de segunda mano y vintage en distintos eventos. Así surgió todo.
A esto se unió también la fuerte crisis económica que se vive en España…
Sí, eso sin duda. Me dedico al diseño, soy directora de arte y diseñadora gráfica, un sector al que le ha afectado mucho la crisis. Cansada de presentarme en agencias y estudios, en los que me decían que les gustaba mi trabajo pero que no tenían opción de contratarme, pensé que lo mejor sería emplear ese tiempo en algo que realmente me gustase. Así logré evitar la frustración de estar llamando a puertas que jamás se abrían.
¿Alguna vez pensaste que estarías al mando de una firma como esta?
No, la verdad es que no. Es cierto que siempre he sido una gran amante de la moda y que me he vestido con ropa de segunda mano, pero nunca llegué a pensar en tener mi propia marca o proyecto.
Uno de los puntos fuertes de ‘Cosas bonitas que encuentro’ es que vendéis prendas únicas, ¿dónde encontráis estas reliquias?
Sí, las prendas que vendemos son únicas. El 80% provienen de mercadillos españoles y también extranjeros. Al vivir en San Sebastián, tan cerca de Francia, solemos visitar sus mercadillos con frecuencia ya que es un país donde la cultura de la segunda mano está mucho más desarrollada que aquí. En ocasiones, también obtenemos prendas de tiendas o grandes almacenes que han cerrado y todavía poseen ropa u objetos procedentes de muestrarios antiguos.
¿Podrías recomendarnos un mercadillo al que deba acudir cualquier amante de la moda vintage?
En el Mercado de las Pulgas de París se encuentran auténticas maravillas, piezas excepcionales, pero los precios son bastante altos por lo que no es apto para todos los bolsillos. Cualquiera de los mercadillos de Berlín resulta muy atractivo también y recomiendo encarecidamente la visita al “Museum der Dinge” (Museo de las cosas) -calle Oranienstraße número 25-, un pequeño museo con objetos cotidianos del siglo XX. ¡Para mí es una visita totalmente obligatoria!
Supongo que con la cantidad de prendas que han pasado por tus manos, de alguna de ellas te habrá costado desprenderte, ¿cuál ha sido?
Unas sandalias doradas y negras. Si no me hubieran quedado grandes, ¡ya serían mías! [risas]
Después de estar en varios eventos y ferias de diseño como el Mercado de Motores (Madrid), ¿cuáles son los proyectos de futuro de ‘Cosas bonitas que encuentro’?
Por ahora queremos seguir participando en distintos eventos en San Sebastián, Bilbao y Madrid. Pero sin duda uno de nuestros grandes objetivos es inaugurar este año nuestra ¡tienda on line!
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