África ha forjado su personalidad, México ha marcado su vida y Hollywood, su carrera. Lupita Nyong'o es keniata y chilanga o, chilanga y keniata, según el cristal con el que se mire; pero de lo que no hay duda es que esta actriz de piel de ébano y brillantes ojos azabache ha logrado remover los más profundos sentimientos de un Hollywood que estaba totalmente subyugado a la superficialidad más banal.
"No sé cómo he llegado hasta aquí", confiesa Lupita todavía incrédula a la revista S Moda. "Lo único que tenía claro es que quería actuar. La idea creció conmigo desde niña, cuando me encerraba en el armario para interpretar mis propias obras. Luego vi El color púrpura y me di cuenta de que esta profesión era real", añade.
Hoy ya posa con naturalidad ante los focos, los que vio por primera vez mientras trabajó como asistente de Ralph Fiennes en El jardinero fiel. Su papel en la película 12 años de esclavitud no le ha supuesto únicamente su nominación al Oscar como Mejor actriz, sino también su vertiginoso salto al estrellato tanto en la industria cinematográfica como en el competitivo mundo de la moda. Firmas como Ralph Lauren, Miu Miu -de la que es imagen- o Calvin Klein han visto en ella un diamante en bruto todavía por explotar.
"Para mí la moda es un mundo desconocido del que estoy aprendiendo. Disfruto vistiendo colores brillantes en la alfombra roja y tengo la fortuna de que mi estilista convierte esta pasión en moda y encuentra modelos perfectos, en línea con mis preferencias, en los que me siento yo", revela la actriz a la citada revista.
Su impecable estilo se lo debemos a Micaela Erlanger, en quien Lupita ha depositado toda su confianza para convertirse en uno de los referentes a seguir en cada alfombra roja o evento público. Deslumbró en los Globos de Oro, en los SAG Awards, en los Critics Choice Awards... Y así podríamos seguir hasta citar todas las galas, fiestas o eventos en los que la actriz ha brillado con luz propia gracias a un tándem ganador: su estilismo y su impecable sonrisa.
La belleza y la fuerza de Nyong'o traen a la memoria el recuerdo de una icónica Grace Jones en sus años de mayor esplendor. Y, aunque no cante ni tararee 'La Vie en Rose' contoneándose como lo hacía Jones, el parecido físico es innegable. En cuanto a la personalidad, ambas también comparten una gran cualidad: una arrolladora fortaleza que, en el caso de Lupita le ha permitido llevar a cabo una doble tarea: luchar incesantemente por los derechos en el continente africano mientras desarrolla su prometedora carrera como actriz en medio de los deslumbrantes flashes de Hollywood.
Pics: Vogue Italia - February 2014 issue
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